Hermandad de Sangre (Sorority Row) es una de esas películas con un principio prometedor, que continua con una trama que cojea en muchos aspectos y termina con un desenlace desastroso.
La película es un remake del Film de los 80, 'Siete mujeres atrapadas' y nos cuenta la historia de una hermandad de chicas, las Zeta Pi, que deciden dar un escarmiento a un chico que esta engañando a una de las hermanas.
Así que le hacen creer que la ha dejado inconsciente debido a unas pastillas que la hizo ingerir, llevan la broma al extremo y de camino al hospital le hacen creer que la chica ha muerto y al mas puro estilo "Se lo que hicisteis el ultimo verano" deciden que hay que deshacerse del cadáver. La broma se les empieza a ir de las manos cuando llegan a la conclusión de que hay que descuartizar el cuerpo para que no flote... Así que el pardillo y sin que las chicas puedan evitarlo coge una llave de cruz y se lo clava en el corazón matándola, convirtiéndose entonces la idea de deshacerse del cadáver en una realidad y así comienza todo.

La primera hora de película es todo un gustazo para los amantes del genero Slasher (entre los que me incluyo) y cumple todas las normas de las películas de principios de los 90 de este genero, como Scream, Se lo que hicisteis en el ultimo verano, Leyenda Urbana... sin embargo la ultima media hora argumentalmente cae en picado, con un final inverosímil y absurdo que estropea totalmente el film.

El director se ha asegurado contar con todos los componentes para crear una película de este tipo. Por un lado, tenemos al asesino acosador, con el clásico disfraz de túnica negra encapuchado, por el otro, chicas guapas dispuestas a enseñar hasta las amígdalas y por ultimo muertes imposibles y muy sangrientas.

Los personajes a veces resultan tan absurdos que rozan la estupidez cayendo en topicazos sin parar aún así, podemos rescatar las actuaciones de Briana Evigan que interpreta a Cassidy y en la que recae el peso del Film, una desaprovechada Rumer Willis hija de Demi Moore y Bruce Willis a la que se considera una joven promesa, no obstante lo lleva en los genes. Y la fugaz aunque contundente participación de una vieja gloria, Carrie Fisher (sí, Leia de Star Wars) a la que el tiempo ha jugado una mala pasada.

En definitiva tampoco es que la película pretenda impresionar o tenga grandes alardes, simplemente trata de introducirnos de nuevo en el genero slasher, muy abandonado desde hace algunos años por Hollywood y esta película y la reciente noticia del retorno de la secuela Scream de Wes Craven, puede que nos lo traiga de vuelta.


Lo mejor: Volver a ver en pantalla a Carrie Fisher y el retorno del genero slasher donde incluso utilizan una fotografía y una ambientación muy de los 90.

Lo peor: El apestoso final que estropea totalmente la película.